Tuesday, September 26, 2006
Monday, September 25, 2006
Wednesday, September 06, 2006
“Para el habitante de Nueva York, Paris o Londres, la muerte es palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente. Cierto, en su actitud hay quizá tanto miedo como en la de los otros; mas al menos no se esconde ni la esconde; la contempla cara a cara con paciencia, desdén o ironía”.
Octavio Paz
Octavio Paz

CARTEL SOBRE POESIA JAPONESA HAYKU
El Haiku es una de las formas más bellas de la literatura japonesa. Se trata de un poema corto de diecisiete sílabas, distribuidas en tres versos. Alcanzó su forma actual a finales del siglo XV y debe su nombre al poeta Shiki (1867-1902). Su relato es descriptivo. Como flash que ilumina un instante, casi siempre un paisaje. El protagonismo se dirige hacia la naturaleza, contemplada en las diferentes estaciones del año. Estos pensamientos se encadenan con percepciones de muy diversa índole: nostalgia, humor e incluso religiosos, procedentes estos de la sabiduría del zen.
Tuesday, September 05, 2006
Un dìa un loco escapo del hospital, como creía
que era una garza amarilla, subio al tejado y
se lanzo al aire.
Al principio le costo un poco sostener el vuelo,
pues las largas semanas que habia pasado en
el hospital le habian hecho engordar un poco;
pero pronto encontró el ritmo adecuado y se
alejo volando con rapidez en dirección a una
lejana nube rosa.
La gente lo miraba hacia lo alto -¡Socorro! ¡Un
loco que vuela!-gritaban mientras huian a refugiarse
en los portales o en las cabinas telefonicas.
Los que se encerraban en las cabinas llamaban por
teléfono a la policía a la que informaban que habia
un loco que estaba volando.
-¿Ha cometido algun delito?
¿Perturba el trafico aéreo?
-Preguntaba la policía.
-No, creemos que no-Respondio la gente.
-¡Pues dejenlo volar!
Roberto Piumini
que era una garza amarilla, subio al tejado y
se lanzo al aire.
Al principio le costo un poco sostener el vuelo,
pues las largas semanas que habia pasado en
el hospital le habian hecho engordar un poco;
pero pronto encontró el ritmo adecuado y se
alejo volando con rapidez en dirección a una
lejana nube rosa.
La gente lo miraba hacia lo alto -¡Socorro! ¡Un
loco que vuela!-gritaban mientras huian a refugiarse
en los portales o en las cabinas telefonicas.
Los que se encerraban en las cabinas llamaban por
teléfono a la policía a la que informaban que habia
un loco que estaba volando.
-¿Ha cometido algun delito?
¿Perturba el trafico aéreo?
-Preguntaba la policía.
-No, creemos que no-Respondio la gente.
-¡Pues dejenlo volar!
Roberto Piumini
Friday, September 01, 2006
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